Tiene 8 segundos para convencerme o simplemente, me voy

Ocho segundos es lo que se dice habitualmente que se toma una persona en decidir si el sitio vale la pena quedarse. Piense en usted mismo.

Ocho segundos. ¡pero es muy poco! Sí, cierto, puede serlo, pero como dice Kesman, es lo que hay valor. 
¿Es como la prueba del ascensor que nos enseñaban en los cursos de ventas? Sí, puede pensarlo así, como si subiera a un ascensor con una persona y tuviera que explicarle antes de que baje, qué es lo que hace su empresa. bueno acá puede ser un poco diferente, tiene que despertarle interés por su sitio. 

¿En 8 segundos.? Sí, en 8 segundos. 

Tal vez el diálogo no sea exactamente así y tal vez no sean exactamente ocho segundos, pero ambas cosas son muy reales: a diario mantengo estos diálogos y le puedo asegurar que sólo dispone de segundos para atrapar al visitante. 

Cientos de veces he hablado con empresarios como usted, que se quejan de que el sitio de su empresa no le genera ingresos, que los visitantes no vuelven, y con aquellos más consustanciados en los temas Web, que los visitantes ven una sola página o que no permanecen ni un minuto en el sitio. 

Otros incluso, me muestran orgullosos su sitio, con hermosas animaciones en Flash, acompañados de una banda sonora, con la que se intenta mostrar lo maravillosa que es su empresa, a todo aquel dispuesto a esperar uno o dos minutos a que baje la película y comience su reproducción, que ojalá la esté viendo desde una buena máquina con una buena conexión, porque sino quién sabe si no se le tranca, o termina apareciéndole la maldita leyenda esa que nadie sabe bien que significa: \". ha causado un error de protección general y debe cerrarse la aplicación.\". 

La reacción inmediata: es cierto, teníamos 8 segundos, ¿no? Bueno, claro, este visitante no va a volver, agreguemos el link más usado de la Web \"Saltear intro\" o \"Ingresar al sitio\" a ver si mejora. Pero no, no mejora, no alcanza. 

Ocho segundos es lo que se dice habitualmente que se toma una persona en decidir si el sitio vale la pena quedarse. Piense en usted mismo. ¿Cuántas veces ingresó a un sitio Web diciéndose: Hoy voy a recorrer este sitio a ver qué hay? Probablemente nunca, pero seguramente sí lo ha hecho cuando entró a un nuevo shopping, un museo, una exposición, visitando una empresa o cuando se sentó a ver un folleto que le hicieron llegar. 
Es que eso sucede en el mundo real, o más precisamente, el mundo de ladrillos, pero no funciona así en el mundo virtual. Recuérdelo, el mundo en Internet tiene sus propias reglas y suelen ser diferentes al mundo de brick and mortar. Así que entonces debe mostrarle a su visitante que tiene algo valioso para él en pocos segundos. 

Se trata de ser muy claros en la propuesta de la página principal o página de entrada al sitio, y para eso debe ser muy conciso, tener un foco claro de lo que quiere mostrar, apuntar a lo que puede estar buscando el visitante, no a mostrar todo lo que tiene el sitio casi que ordenado en forma alfabética. 

No se descanse en los menúes, destaque dos o tres aspectos centralizándose en lo que tiene más valor para sus visitas. 

Consulte las estadísticas de su sitio, vea los links más visitados, esos son candidatos a figurar en un sitial preferencial, vea las páginas más comúnmente utilizadas como páginas de salida o última página visitada del sitio. Si estas son el resultado de que el visitante ha encontrado lo que buscaba, analice el camino que hizo para llegar a éstas y evalúe optimizarlo, tal vez no todos tengan la misma paciencia; encontrarlo no debe ser un premio al perseverante. 

Y mida, vea como ha respondido uno u otro diseño, analice, saque conclusiones, vuelva a modificar y así en un proceso de mejora continua. 

Sí, es cierto, implica esfuerzo y trabajo, pero verá que la recompensa puede ser muy interesante.