Por favor, no te olvides que hoy vence la computacion
Usted se va a servir un café en la cocina y al pasar por administración siente las quejas porque el servidor está lento, que siempre sucede lo mismo, que el mes pasado fue el virus y ahora es el servidor.
Usted sabe cómo sigue: el Jefe de Sistemas dando complejas argumentaciones para explicar por qué el sistema de contabilidad debe correr en un servidor exclusivo, que además hay que comprar PCs más potente, ya que la gente desactiva el antivirus porque enlentece la máquina.
Mientras revuelve el café, recuerda la compra del primer servidor, y ahora va por el quinto!
¿Qué pasó?
Simple, a medida que avanza la tecnología de la información requiere de infraestructura más compleja y más potente.
Demos un breve repaso de unos pocos años atrás de la arquitectura de los centros de cómputos. Inicialmente se tenía “poderosas” computadoras centrales (mucho menos poderosa claro que esa PC que nadie quiere usar) corriendo un conjunto de aplicaciones, que conformaban los sistemas informáticos de las empresas.
Con la aparición del PC de IBM, tan criticado por Ken Olson, presidente de Digital Equipment, “No existe razón alguna para que alguien quiera tener una computadora en su casa”, comienzan a aparecer aplicaciones mucho menos costosas que permitían disponer, por ejemplo, de la contabilidad en un equipo de bajo costo y en forma ágil, claro, con un pequeño problema, la única forma de compartir la información era compartiendo la silla del operador.
Surgen las redes, los servidores, aplicaciones migrándose a servidores para compartir la información, integración vertical, especialización de aplicaciones, especialización entonces de servidores, multiplicación de éstos que terminan sub utilizándose su capacidad de proceso, centros de cómputos más complejos, que deben atender mayor diversidad de tecnología, lo que requiere de mayor especialización de los técnicos, en fin, en mayor o menor medida usted lo está padeciendo.
Como respuesta a este proceso de complejidad y costo creciente y como resultado de la interconexión de recursos de TICs gracias a Internet, surgen novedosos conceptos que en su conjunto, significarán un cambio sustancial en la forma de utilización de los servicios informáticos.
Evitando la rigurosidad para facilitar la comprensión, tenemos términos como:
Grid Computing, la utilización flexible de los recursos distribuidos haciendo hincapié en la importancia de normas para la interoperabilidad.
Utility Computing, asociado a ver a esta grilla de recursos de IT como proveedores suministrando capacidad de cómputos a la red, la que es distribuida a los consumidores, al igual que una proveedora de energía eléctrica distribuye el fluido desde su generación hasta su consumo.
Software as a Service, SaaS, consistente en proveer aplicaciones especialmente diseñadas para la Web a muchos clientes simultáneamente, con los enormes beneficios de economía de escala.
Estos términos, que en su conjunto pueden agruparse en lo que se denomina Cloud Computing, la capacidad de ver a la nube (como se le suele representar a Internet) como prestadora de servicios e infraestructura a demanda, son los que permitirán que disponga de la información de su empresa suministrada en un servicio, sin preocuparse de cómo y con qué, esté donde esté, así como hoy cuando llama por teléfono, ni se preocupa por saber cuán complejas son las tecnologías utilizadas por las empresas de telecomunicaciones.
Eso sí, no se olvide de pagar la factura, no querrá que le corten la computación.